Artrosis

La artrosis es una enfermedad reumática degenerativa que comienza con la destrucción del cartílago articular y que afecta también a tendones, ligamentos y articulaciones. Es importante un buen diagnóstico médico y fisioterápico para planificar un tratamiento adecuado, para realizar una prevención de esta enfermedad, evitar su avance y disminuir los efectos adversos como son la atrofia y debilidad muscular asociada.

Descripción de la artrosis

El cartílago articular tiene como función amortiguar las fuerzas y permitir el deslizamiento de los huesos entre sí. Cuando este cartílago se degenera, aumenta el rozamiento entre los huesos y comienza la degeneración de la articulación (huesos, tendones, ligamentos, cápsula y músculos).

Esta enfermedad degenerativa se da en varias fases, desde una fase inicial con disminución del grosor del cartílago, se va degenerando progresivamente, hasta poderse liberar trozos óseo o cartilaginosos (ratón intra-articular) pudiendo bloquear la articulación y la liberación de sustancias inflamatorias y el desgaste completo de todo el complejo articular.

Posibles causas

Algunas de las causas de aparición de artrosis son la edad, el sobrepeso, sedentarismo, falta de tono muscular, factores hormonales y alimenticios, sexo, antecedentes traumáticos, factores genéticos, alteraciones posturales y posturas forzadas (como trabajar de cuclillas).

Síntomas

Los síntomas más frecuentes en la artrosis son la aparición de dolor, deformación, hinchazón, crujidos, rigidez articular, pérdida de la movilidad articular e impotencia funcional en actividades de la vida diaria.

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Más información sobre la artrosis

Es importante comentar que la Artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria dónde se inflaman las articulaciones y otras estructuras por mecanismos auto-inmunes o infecciosos y la artrosis es una degeneración articular. En la artritis reumatoide es frecuente la formación de nódulos reumatoides y deformaciones de los dedos de la mano como los dedos en «ráfaga» (desviación cubital o interna de los dedos por empuje del pulgar), dedos en «cuello de cisne» (hiperextensión de la articulación interfalángica proximal y flexión de la interfalángica distal), deformación en «z» (flexión de la articulación metarcarpofalángica e hiperextensión de la articulación interfalángica) y dedos en ojal (flexión de la articulación interfalángica proximal y la última falange en hiperextensión), y deformidades en los pies como el pie triangular (hipertrofia sinovial de la 1ª y 5ª metatarsofalángica dando lugar a una forma de triángulo).