Fisioterapia para las meniscopatías

Los meniscos son dos estructuras fibrocartilaginosas que se sitúan entre el fémur y la tibia en la articulación de la rodilla, uno lateral y el otro interno o medial. La patología meniscal es muy amplia, desde pequeños desgarros que sugieren tratamientos conservadores, hasta grandes roturas que requieren intervención quirúrgica

Descripción de la meniscopatía

Los meniscos son dos estructuras fibrocartilaginosas que se sitúan entre el fémur y la tibia en la articulación de la rodilla, uno lateral y el otro interno o medial.

Se encuentran adheridos a la tibia. Tienen forma de media luna y su función es la amortiguación de fuerzas ascendentes y descendentes que pasan por la articulación de la rodilla y ayudan a la nutrición y lubricación a través del líquido sinovial en los movimientos de flexión y extensión y también son importantes en la estabilización de la rodilla. Siguen siempre el movimiento del fémur sobre la tibia.

Son avasculares en sus 2/3 partes interna y tienen vascularización en su 1/3 externo. Por este motivo, algunas lesiones de menisco, sobretodo internas, no provocan dolor.

Síntomas

Los síntomas más característicos son: dolor intenso al apoyar o presionar en la zona, bloqueo mecánico con crujidos y chasquidos, derrame articular con inflamación, dolor en giros, torsiones o posiciones mantenidas en cuclillas.

Muchas veces las lesiones meniscales están asociado a esguinces y roturas de ligamentos de la rodilla. Por ejemplo en la triada se da rotura del ligamento cruzado anterior y/o posterior, ligamento lateral interno y menisco interno.

Posibles causas

Una meniscopatía es una lesión producida en una de los meniscos, pueden ser traumáticas o degenerativas (por la edad, factores hereditarios, sobrepeso, sobre-uso de la articulación, etc…), las más frecuentes son:

  • Desgarros, fisuras o roturas meniscales. Las más frecuentes y las más graves. Pueden ser longitudinales, transversales, del cuerno anterior o posterior, en asa de cubo. Algunas con tratamiento quirúrgico (menisectomía), otras con tratamiento conservador fisioterápico.
  • Parameniscitis o inflamación de la superficie externa vascularizada de los meniscos (paramenisco).
  • Pinzamiento meniscal. El menisco se pinza entre el fémur y la tibia. Más leve que el desgarro meniscal.
  • Quistes meniscales, se forma una protuberancia en el menisco generalmente a partir de un desgarro horizontal.

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Más información sobre las meniscopatías

Los meniscos se encuentran adheridos a la tibia. Tienen forma de media luna y su función es la amortiguación de fuerzas ascendentes y descendentes que pasan por la articulación de la rodilla y ayudan a la nutrición y lubricación a través del líquido sinovial en los movimientos de flexión y extensión y también son importantes en la estabilización de la rodilla. Siguen siempre el movimiento del fémur sobre la tibia.
Son avasculares en sus 2/3 partes interna y tienen vascularización en su 1/3 externo. Por este motivo, algunas lesiones de menisco, sobretodo internas, no provocan dolor.